Los aceites esenciales son concentrados obtenidos de las plantas, raíces, flores, hojas...
El proceso de creación de un aceite esencial se hace mediante destilación o extracción, nunca químicamente. De esa forma se logra mantener las propiedades de la planta de la que se obtiene.
Al ser sustancias muy concentradas, los aceites esenciales siempre deben usarse diluidos en otros aceites vegetales, cremas, agua...
Poseen numerosas funciones: constituyen la base de la aromaterapia, son ampliamente utilizados en perfumería y cosmética, en la industria farmacéutica y en la industria de la alimentación, licorería y confitería.